Primer Encuentro de Creación Joven
Saltar la Tapia
¿Y si tomaramos la conmoción de la pandemia como un estado transitorio de locura colectiva? Hemos temblado mucho, nos hemos sentido tremendamente frágiles. Salta la tapia supuso un acercamiento a lo que era temido, desde el disfrute y la celebración, desde lo lúdico y placentero.
Nuestro SALTAR LA TAPIA invita a los más jóvenes a hacerlo también: mirar, nombrar, acoger lo que nos da miedo de aquello que sucede en nuestras cabezas y que tanto sufrimiento ocasiona para saltar la tapia de lo que “es ser normal” y ver que al otro lado hay sitio para todas, animándolas a escribir, colorear, o rasgar esa hoja en blanco que les ha sido regalada por existir, con un poco más de consciencia y un mucho de libertad.
El pasado mes de enero con la colaboración del Teatro Alameda, llevamos a cabo el I Encuentro de Creación Joven : SALTAR LA TAPIA, organizado por La Rara con la colaboración de la terapeuta Elena F. Orellana. Fueron tres días de taller intensivo y el resultado es una pieza de 40 minutos representada por seis jóvenes de entre 14 y 17 años.
Saltar la Tapia va más en la línea de la dramaturgia contemporánea en la que todos los elementos escénicos tienen la misma importancia: cuerpo, grupo, espacio, luz y texto. El resultado es muy fresco y realmente acorde a lo que el grupo de chicas y chicos querían contar y hacer en escena.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) entre un 10 y un 20 % de los adolescentes europeos sufren algún problema de salud mental. Alrededor de dos millones de jóvenes sufren en Europa trastornos mentales, en distinto grado de severidad. Estas cifras nos sirven para recordar que el cuidado de la salud mental de las personas jóvenes es en cualquier sociedad un imperativo para la construcción del futuro. La protección de la autoestima y el desarrollo del potencial intelectual y emocional de los y las jóvenes son una responsabilidad que afecta a todas.
Entre finales de los 70 y principios de los 80 ocurrió algo muy relevante en nuestra historia reciente: germinaba una forma nueva de mirar y atender lo relacionado con las enfermedades mentales. Empezaba la Reforma Psiquiátrica en Andalucía, mascarón de proa para otras que le siguieron.
El Hospital psiquiátrico de Miraflores de Sevilla fue pionero en esta reforma, entre muchos cambios acontecidos desde el inicio de la misma hasta el cierre definitivo de la institución, queremos destacar “Salta la Tapia”: una feria o festival que supuso el acercamiento de muchas ciudadanas y ciudadanos de Sevilla a ese mundo oculto y estigmatizado que era el manicomio, atraídos por la curiosidad y por una exquisita oferta cultural que rezaba bajo el lema “salida libre, entrada también”.
No podemos permitir que el diagnóstico se convierta en una identidad, debemos salvar a la tristemente nombrada “generación marcada por la pandemia” , salvarla de cronificar sus ansiedades o trastornos, de la medicalización temprana y para siempre. Y dar esperanza a sus vidas, a esas que se han visto atravesadas como un rayo por una pandemia mundial, impidiéndoles relacionarse con libertad, tocar con gusto, vivir con alegría.
Tenemos la obligación de ayudarles a seguir, de resignificar lo vivido, de cerrar capítulo y abrir una página en blanco legitimando que se adueñen de su autoría.